Cuando una de las almitas que cuidamos enferma, nos aseguramos de que tenga todos los cuidados veterinarios, amor y cariño que necesite.
Jasmine no estaba comiendo por si misma y habíamos tenido que forzarla a comer, pero para evitarle estrés, y asegurarnos que su cuerpo recibía la suficiente comida para estar fuerte y poder combatir con el virus que se la estaba llevando, decidimos ponerle una sonda gástrica, que es lo más indicado en estos casos. La intervención fue bien, y ya habían salido a decirnos que aun estaba medio dormida por la sedación pero que ya lo estaban preparando todo para enseñarnos cómo alimentarla a través de la sonda. Entonces Jasmine dejó de respirar. Intentaron reanimarla durante diez minutos, pero ya se había ido de nuestro lado.
Jasmine fue abandonada el verano pasado y lo pasó muy mal en la calle. Conseguimos rescatarla y ha estado en acogida hasta que nos ha dejado. Era una gata muy cariñosa, habladora y mimosa, aunque tenía mucho carácter. La vamos a echar mucho de menos. Ha sido un duro golpe por lo inesperada que ha sido su partida.
Jasmine, gracias por habernos dejado cuidar de ti y ser parte de tu vida.