¿Sabes que puedes ayudarnos con tus compras online estas rebajas sin que a tí te cueste un céntimo?

Es muy sencillo. Sólo tienes que registrarte enHelpfreely.org descargar la App, y cada vez que compres en alguna de las tiendas solidarias nosotros recibiremos una donación.

Aprovecha y regístrate aquí http://helpfree.ly/j5746ahora, así tus compras online estas #rebajas nos estarán ayudando a seguir cuidando de las almitas.

La historia de Casey es muy triste. Él vivía con su cuidador, una persona muy mayor, y un perro y una gata muy mayores también. Su cuidador falleció, y todos le fallaron a Casey. El perrito fue recogido por el servicio de recogida de animales, y la gata estaba en tan mal estado que le dio pena a una de las personas que se personaron, que se la llevaron. Pero cuando todo el mundo salió de la casa, cerraron con llave, y Casey se quedó fuera.

Ningún familiar quiso hacerse cargo, y nadie siguió los protocolos en estos casos. Ni se levantó acta de los animales que allí había, ni se llevaron a todos los animales a un refugio o residencia hasta que se encontrara una solución para ellos.

Así que Casey pasó de tener un hogar a pasar a vivir constantemente en la calle. Afortunadamente lo han aceptado muy bien en una de las colonias, y podemos ir vigilando su salud, pero es muy injusto que por no haber hecho las cosas bien, Casey tenga que vivir en la calle.

Rosie es una de nuestras almitas. Se fue adoptada hace algo más de un año. Desapareció a principios de octubre en el Pla de Santa María, Tarragona. Por favor, ayudadnos a difundir. Necesitamos encontrar a Rosie como sea.

Zeus descansando de la visita al veterinario y ya con la tripita llena. 

Pensar que alguien le ha hecho ésto intencionadamente nos llena de rabia, impotencia y dolor, mucho dolor. Aunque lo peor fue el momento en el que con un cuchillo le rajaron la cara, le destrozaron el ojo y le mutilaron la nariz. Hoy nos lo han confirmado, y cuando te dicen que destrozarte el glóbulo ocular es más doloroso que un parto...

Y entonces lo miras a él, tan lleno de vida, con tantas ganas de luchar, que sabes que tirar la toalla no entra dentro de las opciones.

Nos han dicho que hay dos opciones: o eutanasiarlo porque lo más probable es que quede ciego, o tirar adelante con todas las consecuencias, porque si luchamos por él es hasta el final, no podemos rendirnos a mitad del tratamiento y posibles intervenciones. Pero como por lo demás es un gatito totalmente normal, es viable tirar adelante. El camino será complejo, porque primero hay que ver qué hay debajo de los párpados del ojo izquierdo, que aun no se puede abrir del todo. El ojo derecho lo tiene perdido y posiblemente habrá que quitárselo. El corte le ha llegado al hueso de la nariz, atravesando mucosa y llegando a los conductos nasales. Ahora mismo está respirando por los agujeritos a través de la herida, no por el morrito. No sabemos cómo se regenarará la mucosa, y si cubrirá los orificios, por lo que respiraría por la boca, pero ya están mirando a ver si hay cánulas lo bastante finas para poder meterlas por la nariz, coser la herida, y cuando esté cicatrizada, quitar las cánulas, dejando los conductos abiertos. Esa sería la parte que aun no sabemos hacia dónde tiraría, porque cada gato es un mundo y es una herida terrible.

El dormirlo no es una opción porque clínicamente está bien. Su ceguera no le impide nada, y se comporta como un gatito normal de un mes de vida. Pide comida, hace pipi, caca, ronronea, incluso intenta ya jugar con nuestros dedos.

El viernes volvemos al veterinario. Lo sedarán (que ya de por si es peligroso por lo pequeñito que es), y le pondrán un par de puntos bajo el ojo izquierdo. Tenemos que mantener la herida húmeda para que la piel y los tejidos estén lo suficientemente bien para poder realizar esta cirugía, y más adelante la de la nariz y el resto de la cara. Necesitamos que haya bastante piel y que sea elástica, para poder cubrir el máximo posible.

Acababa de abrir los ojos a la vida y lo último que vieron sus ojitos fue el maldito engendro que le acuchilló la cara y lo abandonó en una colonia controlada. Necesitamos que Zeus sepa que no todas las personas son así, que hay también manos amables que sólo quieren protegerlo y acunarlo en sus sueños. Y a pesar del horror, confía en nosotras, y nos busca los dedos cuando nos acercamos.

Zeus sigue comiendo muy bien a pesar del dolor que debe tener porque es tan chiquitín que no tiene aun edad para tomar calmantes.

Aunque le estamos haciendo las curas, mañana tenemos que volver al hospital veterinario para que limpien toda la zona afectada en más profundidad. Hemos visto y tratado muchas heridas pero nunca hemos visto nada así.